MENSAJE A LA COMUNIDAD AFRODESCENDIENTE MUNDIAL
El 27 de junio de 1912, hace ahora exactamente 100 años, fue asesinado Evaristo Estenoz, uno de los líderes del Partido Independiente de Color PIC. La masacre de los miembros de una formación política sin precedentes y con propuestas de amplio alcance progresista para todos los cubanos puso en claro la determinación de los poderes hegemónicos de mantener en la República los patrones de exclusión que habían marcado nuestra historia colonial.
Cien años antes, en 1812, José Antonio Aponte, un líder que merece ser inscrito en la ascendencia independentista americana, fue visceralmente asesinado y su cabeza expuesta como escarmiento étnico para reajustar mediante el terror las relaciones raciales de poder y reafirmar los valores de hegemonía que perduran hasta hoy. En 1844 otra injustificada masacre reafirmó esa hegemonía so pretexto de la llamada “Conspiración de la Escalera”. La masacre de 1912 repite pues el ciclo histórico que la hegemonía racista describe siempre ante todo intento de auto emancipación desde los afrodescendientes cubanos. A ese ciclo tantas veces repetido de la demolición física se une el no menos deplorable patrón de la demolición mental y referencial mediante el cual los afrodescendientes cubanos somos siempre presentados como víctimas, transgresores o provocadores y nunca como creadores o promotores de valores positivos.
Este ciclo regresa. En el 2012. Aunque sus símbolos públicos perduran, sus herramientas y técnicas son distintas. Su discurso es emancipador y sus retóricas son inclusivas. Pero su propósito inscrito prevalece: la subordinación y subalternización raciales a esquemas hegemónicos que por su propia naturaleza bloquean el acceso cívico y cultural de los afrodescendientes a la definición y redefinición de la convivencia social y política en Cuba, y que ahora mismo excluyen en los hechos a su inmensa mayoría.
Y este ciclo regresa ahora con la represión sistemática contra los proyectos y acciones que el Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) viene desarrollando a partir del único concepto que autentifica los logros y alcances de los grupos históricos marginalizados: la auto emancipación. Resultan evidentes las presiones y chantajes a que son sometidos activistas anti racistas en alguna medida vinculados al gobierno y hasta los corresponsales de prensa acreditados en el país, quienes no se atreven a reportar ni las acciones del CIR ni el acoso represivo que soporta.
A pesar de que el CIR ha demostrado en sus acciones y propuestas total garantía de estabilidad y respeto a la ley, una permanente escalada represiva se ensaña contra sus líderes y activistas en una dinámica violatoria de todos los presupuestos legales y procedimientos establecidos por las leyes nacionales.
Por esta razón, el CIR quiere llamar la atención de la Comunidad
Afrodescendiente Global y de todos los demócratas del mundo a tenor de las graves consecuencias que puede traer la confrontación entre la vocación represiva de las autoridades cubanas y la determinación de los miembros del CIR de no retroceder un paso en el ejercicio de sus legítimos derechos de accionar cívico, social y cultural.
Este 27 de junio los activistas y colaboradores del CIR nos proponemos rendir el homenaje que merecen los héroes y mártires que por dos siglos han luchado por la justicia y la igualdad sin obtener el reconocimiento de los hegemonismos supremacistas que han dominado Cuba sin distinción de signo ideológico.
Desde la convicción y el compromiso solicitamos la solidaridad y el respaldo de quienes en el mundo comparten nuestra vocación por la justicia y la igualdad. Esa solidaridad puede ser en esta hora crítica de la nación cubana una contribución capital al complejo proceso de construcción de la Cuba plena de justicia e integración por tantos años soñada.
Juan Antonio Madrazo Luna, Coordinador Nacional CIR
Eleanor Calvo Martínez, Directora Observatorio Ciudadano Contra la Discriminación (OCD)
Leonardo Calvo Cárdeñas, Secretario Relaciones Internacionales CIR