Por:Miriam Herrera-Misceláneas de Cuba
La discriminación social de las mujeres negras, se observa de similar manera en países más ricos y en los más pobres. El diferente papel que tienen las negras obedece a aspectos económicos pero sobre todo a cuestiones sociales y religiosas. Ellas tienen diferentes perspectivas en el espacio cotidiano, quedando relegadas a los últimos lugares de las sociedades, oprimidas y sumidas en la pobreza, prohibiéndoles estar en el mismo contexto que las féminas de la raza blanca.
En la actualidad en muchas sociedades a las negras no les ofrecen las oportunidades laborales, educativas y de viviendas confortables que tienen las blancas. Se les observa ocupando los lugares de labor de menor remuneración salarial, sus lugares de residencia en ocasiones dentro de la marginalidad, y lo más triste la prostitución barata, aquella que solo les deja sufrimiento, desgaste físico y moral.
La discriminación de las mujeres negras no solo es ejecutada por los blancos, también sus semejantes negros las separan de sus intereses personales, seleccionando a las blancas como compañeras para la vida conyugal cuando son dueños de una vida premiada por logros económicos o ocupan lugares significativos en las sociedades.
Cuando en cualquier medio se habla de belleza corporal surge el mito de la belleza, que es otorgada a las damas de tez blanca negando así la beldad de las afrodescendientes, como una manera más de exclusión racial y de genero. Los racistas se niegan a admitir en unos casos, y en otros no ven que las mujeres todas sin acepción tienen siempre la Dávila de la vida humana en lo que no tiene intervención el matiz de la epidermis.
Las antiguas civilizaciones y las actuales, siempre han proclamado que están basadas en el amor, la justicia y la igualdad entre sus integrantes. La muestra es otra. Los odios y las diferencias entre los humanos sin evidencias biológicas que lo justifique, las razas, genero y el credo no deben ser preeminencias ni impedimentos, debe de haber igualdad de oportunidades laborales, educativas y sociales para todas y todos los negros, sin singularidad alguna.
Las heroínas por derechos son las negras como premio a largos siglos de esclavitud, separación y olvido de la humanidad, esa humanidad que ellas la han abonado con tanta sangre y sufrimiento los que han trascendido a sus descendientes. La semilla de la emancipación de las mujeres negras está germinando en muchas con fortaleza y sin temores y lo más importante con el orgullo de proceder de un continente donde sus habitantes han logrado preservar sus culturas hasta nuestros días.
La idea central no es congregarnos como raza, sino como mujeres con igualdad de derechos y bienestares. Las voces de las negras no deben ser oídas como si estuvieran dentro de barracones pidiendo clemencia al amo, simplemente exigiendo el lugar arrebatado durante largos siglos de prejuicios y exclusión por lo que han sufrido las féminas que su piel tiene el color negro.