Por: Juan Antonio Madrazo Luna.
Coordinador Nacional del CIR
Racismo y Homofobia es sufrimiento humano silenciado en el cual habitan historias de rechazo, desconfianza, discriminación y persecución , zonas discursivas que deben ser objeto de interrogación, reflexión y cuestionamiento, cavernas que requieren ser explorada a la sombra de un ambiente que sude honestidad, donde el oportunismo político, los pactos de silencio sean desechado. Temas como estos de tanta implicación social siguen fragmentado, monopolizado por determinadas instituciones resistentes a divulgar datos estadísticos e información cuyas investigaciones son interpretadas como material clasificado secreto de Estado.
Existen numerosas zonas de silencios en la producción académica y historiográfica que aun no son visibilizadas en los principales medios de comunicación, una de esas zonas es la diversidad sexual o ciudadanía sexual, los homoerotismos. Cuba es una sociedad patriarcal y narcisista pues se le rinde culto a la apariencia, determinadas identidades escandalizan, viviendo en una sociedad atrapada en los círculos de fuegos de la intolerancia y la discriminación anclados al terreno de la indiferencia en la cual se establecen jerarquías discriminatorias. En Cuba la homofobia opera desde un ghetto de cristal, donde quienes la ejercen sienten amenazada sus fronteras identitarias, homofobia es el miedo a reconocer la diferencia, genera desconfianza, inseguridad, es un contradiscurso que intenta frenar aquellas identidades que le son sospechosa, el miedo es su sustento básico conjuntamente con los estereotipos, es un mecanismo de poder entronizado en términos políticos e ideológicos.
La presencia sustantiva de la homofobia es muy anterior al movimiento sísmico de 1959, actores políticos y sociales le dieron la bienvenida al nuevo contrato social el cual fue interpretado como la oportunidad en que la ciudadanía pudiera experimentar grados de libertad, la verdadera emancipación de la dignidad humana. La joven revolución cubana era vista como un nuevo modelo de propósitos inclusivos pero cuando comenzó a deslizarse por la ruta del socialismo real la homofobia política se transformo en un dispositivo de poder que gana status político a partir de 1960 siendo institucionalizada en un sentido muy fuerte en el peso de la política.
En nombre de la ética humanista revolucionaria y en la búsqueda del hombre nuevo animado por Fanon y Che Guevara se diseñaron políticas de higienización social que apoyaron y certificaron la cultura de la homofobia y la discriminación de la otredad, el sujeto homosexual junto a otras identidades se convirtió en persona non grata experimentando la mutilación de la ciudadanía y el atentado a su integridad personal, se promovieron cruzada en nombre de las nuevas políticas discriminatorias, en la cultura se establecieron zonas prohibidas y privadas donde la humillación y las heridas fueron promovidas por decreto.
Eventos como la Umap, las purgas universitarias, el primer congreso nacional de educación y cultura en 1971, violentaron emocionalmente la vida de significativas figuras de la cultura condenada a la marginación y la muerte civil en esa lista interminable se encuentra José Lezama Lima quien pago con el ostracismo el éxito internacional de Paradiso, condenado al mas amargo silencio hasta que murió en 1979 sin ser disculpado públicamente., los pintores Servando Cabrera Moreno y Raúl Martínez que resulto ser el iconógrafo de la revolución fueron expulsados del sistema de enseñanza, los dramaturgos Tomás González, Abelardo Estorino, Tomás Milián y Virgilio Piñera quien sufrió el hostigamiento, el movimiento literario El Puente cuyos miembros pagaron caro el atrevimiento de la duda otros como el coreógrafo Ramiro Guerra, Antón Arrufat, Nancy Morejón, César López, Miguel Barnet, Pablo Armando Fernández junto a otros con el tiempo recuperaron sus cabezas, de estatuas decapitadas fueron convertidos en figuras honorables pactando con el silencio y convertidos en premios nacionales.
Otros eventos que dieron lugar a estas políticas de exclusión se manifiestan a través del éxodo marítimo del Mariel y sus actos de repudio que laceraron la dignidad de muchas personas incluido aquellos calificado como seres extravagantes militante de conductas impropia reñida en el cultivo del jardín socialista, se criminalizo la condición del sujeto homosexual, el travestismo se interpreto como un estado peligroso, una figura delictiva sancionada por el código penal, entre los que pagaron caro el precio de la diferencia y fue quemado por las llamas del volcán revolucionario se encuentra Reinaldo Arenas quien tuvo como opción e índice de libertad el camino del exilio, en 1988 fue derogada la ley de ostentación homosexual.
Un evento significativo que contribuyo a establecer un dialogo con la sociedad civil fue el multipremiado filme cubano Fresa y Chocolate se convirtió en la antesala de un discurso contra la intolerancia no solo marcó una evolución en el cine cubano también reivindico la estatura de Lezama ese padre respetado y ultrajado, el abrazo entre David y Diego entraña una transgresión mas delicada que la política, el filme se convirtió en una parábola general sobre la defensa de la elección individual en cualquier ámbito lo mismo en el campo de la sexualidad que en el de la política.
La sexualidad en la construcción de la nación cubana es un campo apenas explorado y descifrado públicamente, la proyección del CENESEX ( Centro Nacional de Educación Sexual ) ha contribuido a penetrar el mural sensitivo de la otredad pero aun la sexualidades disidente son mirada como un grupúsculo ofensivo lo cual es un reto dinamitar el autoritarismo discriminador, se impone actualizar jurídicamente y socializar la igualdad en la diferencia, conquistar el derecho ciudadano disparando todas nuestras flecha a todo tipo de intolerancia pues las formulas de silencio son renovada bajo distintas mascaras, al igual que el racismo la homofobia es un habito ideológico socializado por la cultura patriarcal, un espejo de violencia en el cual seres humanos que habitan múltiples cuerpos son presa fácil de la humillación pues la ideología vive con temor a quien expone el sexo no solo se reproducen patrones hegemónico de exclusión, todavía se redactan preguntas.
La sociedad cubana ante la búsqueda de un nuevo contrato social tiene como asignatura pendiente apostar por la diversidad sin otra militancia que la condición humana, conquistando espacios e índices de libertad y correspondencia como un derecho humano.