Desde la pedagogía de la integración es necesario construir una nueva historiografía que selle los vacíos de la historia, que cierre heridas en un país que edifico su independencia con sangre de negros y blancos, Para poder conquistarla hay que narrar la nación con la inclusión de todos.
El negro es un sujeto indispensable en nuestro mosaico étnico y social, Fernando Ortiz bautizado como el Tercer descubridor decía que «Sin la presencia del negro no seriamos Cuba», de igual manera Nicolás Guillen poeta nacional defendió siempre la idea de que» el negro aporto esencias muy firmes a nuestro cóctel, dándole un tono único a la vida insular».
Muchos textos maestros de la historiografía están marcados por exclusiones y operaciones de invisibilidad, deformaciones por buena parte del discurso critico, teórico e histórico en cuanto al protagonismo político y social de negros y mestizos.
Tomas Fernández Robaina es un rebelde con causa que toma por asalto la historia. Muchos años de entrega, dedicación y honesta consagración a un muy serio trabajo intelectual le han ganado merecido prestigio en espacios culturales y académicos de varios rincones del planeta. Permanentemente propone un dialogo sobre los fundamentos históricos de la nación, discípulo de Pedro Deschamps Chapeaux siente pasión por la historia de su país y por la vida de los hombres ilustres al margen de la misma. Desarrolla aun una provechosa carrera académica, docente y de producción de líneas de pensamiento, la cual queda demostrada en escenarios nacionales e internacionales. Profesor invitado de prestigiosas universidades norteamericanas como la Florida Internacional University, Arizona States University, Yale University, Arkansas University, miembro de la Asociación de Estudios Latinoamericano (LASA), del Comité Nacional Cubano de la Ruta del Esclavo. En su trinchera, la Biblioteca Nacional José Martí donde labora como investigador, golpea la memoria constantemente, desmantelando prejuicios, Es un apasionado estudioso del Partido Independiente de Color (PIC), uno de los intelectuales que más le rinde culto al arte de la conversación y la amistad.
Autor de libros como El Negro en Cuba: apuntes para la historia de la lucha contra la discriminación racial (1900-1958), Editorial Ciencias Sociales 1994, Hablen paleros y santeros, testimonio literario donde se destacan el peso social y los derechos del negro con la intención de contribuir a el conocimiento esencial de un componente de la nación, nos asoma a una Cuba en blanco y negro.
Es protagonista de un pensamiento emancipador de la restauración. Gracias a Tomasito nos hemos asomado a la vida de hombres de pensamiento como Gustavo E, Urrutia (1881-1958) figura fundamental en el periodismo y la lucha social y cultural por el desarrollo del negro cubano, uno de los hombres de pensamiento más importante de Cuba y América Latina invisibilizado por la historiográfia contemporánea cubana.
En su empeño por cartografiar identidades ha destacado personalidades como Martín Morúa Delgado (1856-1910), uno de los cubanos negros más notables y polémicos. Vinculado con la naciente clase obrera, se destaco por su entrega a la lucha contra la discriminación racial. Milito en varios partidos de la época y es el autor intelectual de la celebre Enmienda Morúa que ilegalizo el Partido Independiente de Color.
Otros espejos a lo cual nos ha asomado su obra es el de Juan Gualberto Gómez (1854-1933) quien realizo una labor notable como periodista y propagandista de las ideas de José Marti su gran amigo. Hombres como Generoso Campo Marquetti, RamonVasconcelos, Armando Pla, Cesar García Pinto, Rómulo Lachatañere, Juan Rene Betancourt, Walterio Carbonell y Salvador García Agüero, desde la política y el periodismo contribuyeron a la lucha social del negro cubano.
No solo la labor académica le quita el sueño, también lo marca su activismo social, aun defendiendo los derechos de los rehenes históricos de la desventaja social, del mismo modo defiende los derechos de la ciudadanía sexual en su diversidad. Es un activo militante que le seduce caminar por el filo de la navaja. Fue amigo incondicional de Reinaldo Arenas incluso en la distancia. Cuando el celebre escritor era condenado por la inquisición no renuncio nunca al placer de su amistad.
Es un permanente animador de verdaderos palenques ciudadanos. Junto a la desaparecida Leyda Oquendo contribuyo a la animación del aula taller José Luciano Franco de la Casa de África ubicada en el centro histórico de la ciudad, impartiendo talleres sobre la historia social del negro. En su emplazamiento a los poderes políticos y culturales aun continúa reclamando reformas en la enseñanza, mediante una nueva reescritura de la historia.
Su obra esta construida sobre una mirada integradora, de autoestima para el negro cubano. Es un capital social fundamental para superar lagunas y exclusiones, es un dialogo permanente con la sociedad, dialoga con el estereotipo, interroga el severo espejo de nuestra historia, las identidades y sistemáticamente demanda aperturas de líneas de debates inclusivas. Esta muy claro en la ruta que se ha trazado, es un cimarrón en permanente rebeldía, un restaurador del linaje intelectual de los negros que han contribuido a dignificar nuestra espiritual Casa Cuba.
Coordinador Nacional del CIR