cardenal-ortega-preside-ceremoniaCambios, reconciliación  y respeto a la diversidad fueron las palabras claves  pronunciada por el cardenal Jaime Ortega Alamino durante la homilía por la misa en honor  de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba el pasado 8 de septiembre en la parroquia del mismo nombre en la popular y cosmopolita barriada habanera  de Centro Habana.

Desafiando las lluvias y con menos entusiasmo que años anteriores, participaron miles de personas de todas las edades, acompañados por primera vez de gaitas, cantaron y dieron vivas a su patrona. La Fiesta de la patrona de la Isla ha coincidido con la peregrinación nacional de una imagen de la Virgen iniciada en agosto pasado con motivo del 400 aniversario de su primera aparición que se celebrara en el año  2012.

No falto la presencia de alguno de los protagonistas más inmediato  de la emergente sociedad civil. Las Damas de Blanco verdaderas protagonistas  en cuanto a las más recientes liberaciones de los presos políticos de la Primavera Negra del 2003, desfilaron   bajo un operativo policial de   baja intensidad con relación   a fechas anteriores. Activistas de derechos humanos junto a ellas y custodiados de una imagen de Orlando Zapata Tamayo  exigieron al pie de la Virgen libertad para todos los presos políticos y la necesidad de cambio.

El mapa religioso cubano es toda una galería de la pluralidad, pero aún las ciencias sociales no se le ha permitido  descifrar públicamente, los vasos comunicantes y relaciones de poder  que existen  entre raza y religión.  Sobre este particular existe todo un  manto  de silencio tanto desde la Iglesia Católica, el campo académico como los medios de comunicación oficial. El Racismo es una realidad sensible de la cual llevan la peor parte negros y mestizos, es  un escenario real que muchos prefieren ignorar, incluido muchas de sus victimas.  La religión en Cuba como parte de su  diversidad  esta tejida por varias ecuaciones como ciudadanía, etnicidad, exclusión y pobreza, los vasos comunicantes que pueden existir entre cada una de estas ecuaciones aún no han sido interrogados.

 

En los últimos años el mapa religioso cubano ha  transitado por varias etapas de cambios. El  más reciente paisaje cultural y socioeconómico  ha permitido el desarrollo y movimiento de zonas discursivas desde el contexto racial con el propósito de conocer aún mejor las raíces culturales que permitan dar pasos a la gradual eliminación de algunas actitudes discriminatorias desde diferentes manifestaciones religiosas.

La discusión de la  problemática racial como zona discursiva , es una ruta de cambio que muchas personas defendemos como mecanismo de defensa para rescatar raíces y buscar una mayor igualdad social, la cual  también se viene  produciendo  en actos religiosos .. . Hoy desde diversos círculos  religiosos se intenta promover un dialogo  interreligioso en el cual puedan desarrollarse Aduanas de Intercambio  donde  se respeten las diferencias y se dinamiten las exclusiones.

El 6 de Julio de 1996 fue el punto de partida para ir dando paso en cuanto al desarrollo del dialogo interreligioso. En la Iglesia episcopaliana de la Habana se reunieron  en un aparente clima de confianza, unas 50 personas pertenecientes por un lado, a algunas iglesias cristianas, episcopales, presbiterianas, bautistas y católicos, por otro lado algunas religiones cubanas de origen africano como la Santería o Regla de Ocha de origen yoruba, la  Regla de Palo Monte de origen bantú  y la no tan secreta Sociedad Abakua de origen carabalí . Un encuentro convocado por el Centro de Estudios del Consejo de Iglesias de Cuba y el Centro Memorial Martin Luther King.

En dicho evento los cristianos manifestaron estar presente a titulo personal, muy consciente de que no podían contar con el apoyo de su comunidad religiosa, que cualquier iniciativa de dialogo iba a encontrar una fuerte oposición de parte de ellas.

Las relaciones de la iglesia católica,  institución  compleja y multifacética de larga historia en la cual la tradición y su  intolerancia  continúan pesando  hacia el campo de los afroreligioso  todavía adolecen de muchos problemas. El estado a las que apenas reconoce  como instituciones la utiliza a su favor. Alrededor del campo afroreligioso se tejen patrones  que aún permiten la exclusión. Hacia el interior de las iglesias católica existen conflictos de discriminación las cuales son legitimadas a partir de las relaciones de poder. Las religiones cubanas de origen africano son demonizadas por católicos y protestantes ortodoxos, estereotipos y prejuicios acumulado e ideas erradas  sobre estas religiones y sus practicantes son barreras que frenan cualquier posibilidad de dialogo con este democrático y plural panorama religioso. Durante estos últimos años ha habido algunas evoluciones en el campo religioso cubano  desde el punto de vista cultural, muy especialmente la pluralidad racial viene teniendo  impacto lo cual pudiera ser el punto de partida para el desarrollo de un dialogo interreligioso.

Pero aún desde diversas trincheras se alimenta la desconfianza hacia determinada religiones, particularmente hacia las de origen africano. La relación de las misma con el catolicismo es estrecha y tiene rasgo de dependencia, alrededor de ellas se tejen relaciones de poder y subordinación. Para un afroreligioso  hacerse santo tiene que ser bautizado por la iglesia o con agua bendita por un sacerdote. Muchos Santeros militan en la religión católica, van a la misa, participan en las festividades de los santos, leen la Biblia y algunos se confiesan. Los Investigadores desde  su labor de arqueólogo en el campo religioso cubano, tienen muy bien definido que el obstáculo principal al dialogo macroecuménico es la ideología del racismo que esta muy viva  en los poderes corporativos religiosos.

En la mentalidad popular cubana históricamente se han asentado estereotipos, prejuicios respecto a las religiones cubanas de origen africano. La comunidad académica y la naturaleza política del sistema han jugado  un papel fundamental en la consolidación de los prejuicios. Los estereotipos oficializados aun  rechazan  estas religiones considerándolas a todas atrasadas, oscurantistas y perjudiciales en comparación con la religiones institucionalizada llegadas desde Europa y los Estados Unidos, en la idiosincrasia del cubano esto tiene que ver con matices de la piel.

Las comunidades evangélicas tradicionalmente blancas, como iglesias presbiterianas y episcopales revelan un proceso de mestizaje hacia su interior. Tradicionalmente estas comunidades tuvieron un patrón de una hegemonía blanca, hoy mucho de sus lideres son negros, lo cual, también  obedece a  la  emigración de mucho de sus miembros hacia Estados Unidos. Mientras las comunidades cristianas se mulatizan, en las afroreligiosa hay todo  un proceso de blanqueamiento. La Santería o Regla de Ocha, Sociedad Abakua, La Regla de Palo Monte de origen bantú y otras  ya han dejado de ser calificada colectivamente como  religiones de negros o brujería.  En Cuba las negras brujas ya no vuelan es  frecuente ver sacerdote de Ifa, santeros y santeras, blancos y blancas, rubios con los ojos azules envueltos en algodón de ceiba y ataviado de collares de omnívora cubanía,  identificarse como hijos de Yemaya, Ochun o Chango, tener en su  cordón espiritual lo mismo un indio, que una negra o negro Congo, Carabalí  llamada Tomasa,  Francisca siete saya, Regla Centella o Ta José. Negros  cuyo patrimonio espiritual puede estar presidido por una gitana llamada Teresa o un chino manila devoto de San Fan Con.

Cuba necesita buscar nuevas maneras de ser comunidad, es una necesidad que puede movilizar a cristianos, católicos, afro religioso u otros movimientos.  Entre todos podemos desmantelar todas las estructuras de dominación que tanto en la iglesia y  la sociedad han legitimado formas de relación desde el poder, la opresión y la discriminación.

Nuestra sociedad requiere hoy más que nunca ser pensada y recreada colectivamente, necesita de entrenamiento para asumir la diversidad. El dialogo intercultural e interreligioso es bastante limitado por las barreras que existen en cuanto al respeto a las diferencias, el desarrollo del mismo puede derribar los altos muros de prejuicios.

juan-madrazo-cir-coordinador-nacional-del-cir11Juan Antonio Madrazo Luna

Coordinador Nacional del CIR

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