cimg6896La nueva red de mensajería del conjunto de Bibliotecas Cívicas Reinaldo Bragado Bretaña está llegando a los más pequeños, que en la actualidad están recibiendo desde material escolar (lápices, libretas, cuadernos…), colecciones de libros y canciones infantiles, hasta comida y dulces.

Las personas encargadas de este proyecto que acaba de nacer – bautizado como ‘Animando Sonrisas’ – son Juan Madrazo y Omayda Padrón.  Todo comenzó cuando ellos iban repartiendo libros y material por diferentes comunidades en Cuba, dándose cuenta enseguida de que había muchos niños que no tenían prácticamente nada, “ni siquiera una sonrisa”, cuenta Omayda.

Omayda nos explica que, con los esfuerzos que ponen en la causa, se sienten muy honrados, y añade: “Compramos y reunimos todo lo que podemos con nuestro esfuerzo, incluso me pongo con ellos a rescatar las canciones infantiles, y eso, de verdad, los alegra mucho”. Omayda nos cuenta también que esto sólo es el principio de un largo camino por recorrer, ya que tienen contemplado continuar con la organización de más repartos como este: “Los niños se lo merecen todo y más en cuba donde ellos van quemando etapas muy rápido”.

A continuación dejamos algunas fotografías hechas durante una de estas actividades.  Si no visualizas correctamente las imágenes, puedes visitar el set de fotografías en Flickr.

 

Animar una sonrisa – por Juan Madrazo

Los cambios ocurridos en la década de los noventas en Cuba provocaron una metamorfosis en la estructuras de oportunidades, desigualdades relacionada con algunas condiciones de riesgo para las familias, provocaron una variedad en las condiciones de riesgo de la población.

Uno de los segmentos poblacionales mas afectado por la cultura de la pobreza mas reciente ha sido la infancia, particularmente niños y niñas que habitan en comunidades en situaciones limite de extrema pobreza, muy marcados por la violencia intrafamiliar, la marginalidad, la deserción escolar, donde mas allá quienes habitan estas comunidades y asumir conscientemente una cultura de la marginalidad, reproducen hábitos y normas de vida inadecuadas.

Muchas de los núcleos familiares que ocupan las comunidades periféricas de la Habana Sur, naturalizan la violencia como mecanismo de defensa, aparecen con frecuencia implicado en actividades delictivas. Niños y Niñas que crecen en familias disfuncionales y extendidas desarrollan trastornos en sus conductas y dificultad en el aprendizaje, carecen de una adecuada protección filial, principalmente paterna, viven en condiciones de promiscuidad y hacinamientos donde las condiciones habitacionales son precarias y la intimidad es publica. Las Familias que rodea a estos infantes esta caracterizada por poca comunicación, el uso predominante de la pedagogía del castigo, bajo nivel educativo e informativo de la familia y donde mayoritariamente el grupo poblacional de mayor riesgo continúa siendo la población negra y mestiza.

En Investigaciones sociales realizadas por equipos multidisciplinarios de diversos centros de investigación como el Instituto Cubano de Antropología del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas y facultades de la Universidad de la Habana comprobaron que niños y niñas procedentes de hogares con condiciones socioeconómicas y familiares adversas no eran adecuadamemente atendidos por lo que recibían el rechazo de maestros y condiscípulos, raramente recibían la atención pedagógica requerida y casi nunca eran seleccionado para actividades docentes y recreativas disminuyendo así sus posibilidades de participación e integración social. Hay toda una espiral de violencia hacia los niños. En el Hospital Pediátrico de Centro Habana existen investigaciones muy exactas con niños con fracturas de cráneos, supuestamente por tercera, cuartas y quintas caídas, se carece de todo un servicio especializado para la atención a victimas de la violencia, tanto a mujer como a niños pues la violencia en Cuba se registra como un asunto privado. Hay toda una cultura de la no denuncia con relación a la violencia intrafamiliar, a través de diferentes generaciones se legitima un proceso de naturalización de la violencia en la cual niños y niñas llevan la peor parte.

Se pudo comprobar también que en las relaciones interpersonales en la escuela primaria, maestros/alumnos, alumnos/alumnos se originan desigualdades de género, territoriales, raciales y socioeconómicas.

Con la apertura y desarrollo del turismo internacional a Cuba, María Candela se dio cuenta que ya las negras brujas no podían volar, que era necesario salir del bajo vientre de la ciudad y no le quedo otra opción que lanzar a la calle a muchos de sus hijos, en busca de el pan nuestro de cada día. Mas allá de los programas de prevención diseñados, es alarmante la presencia de niños y niñas asediando a los turistas en los principales circuitos turísticos como el Capitolio Nacional, Plaza de la Catedral, Avenida del Puerto, Plaza Vieja, participando de un mercado subterráneo de oferta y demanda, muchas veces amparado por la complicidad de las madres, ofertando desde una caja de habanos hasta la mas inocente de las caricias infantiles.

Los niños necesitan de espacios de participación que contribuyan a mejorar su calidad de vida. El pasado 22 de Agosto la Red de Bibliotecas Cívicas Reinaldo Bragado Bretaña tomo por asalto la Comunidad de Transito la Esperanza en el Reparto Calabazar, Municipio de Boyeros, con la intención de ejecutar el proyecto Animando Sonrisas.

La Red más allá de ser una plataforma de comunicación social, es una aduana de intercambio que ha logrado establecer una comunicación horizontal en las comunidades en la cual ejecuta su radio de acción. Animando Sonrisas junto al desarrollo y ampliación del servicio de mensajería son dos de algunas de las iniciativas más dinámicas de este proyecto animado por su Coordinadora Nacional Omayda Padrón.

Esta iniciativa ciudadana que no es una camisa de fuerza se viene ejecutando en otras comunidades como el Reparto Capdevila en Boyeros, el Reparto Dolores en San Miguel del Padrón y mas reciente va a formar parte de las comunidades que apadrina la Red, la Comunidad rural Ojo del Agua en el Municipio Güira de Melena en provincia Habana. Comunidades en la cual según las investigaciones desarrolladas, la violencia contra los niños son diversas desde física, psicológicas, sexuales, económicas, carencia de afecto, donde los padres hacen cotidiana la utilización del castigo y la violencia física como métodos educativos.

Hacer participar al niño de diferentes reacciones emocionales, restaurarle valores, hacerlo participar del rescate de juegos tradicionales infantiles es la mayor ambición del proyecto que sin el beneplácito de algunos actores de las comunidades seria imposible. Defender y proteger la infancia es una obligación de todos.

cubainterracial.gl@gmail.com

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